jueves, 27 de septiembre de 2012

EL LENGUAJE VERBAL Y NO VERBAL



COMUNICACIÓN NO VERBAL

Knapp define la comunicación no verbal: clase de eventos comunicativos que trascienden la palabra hablada o escrita.

Dimensiones:
-El tipo o cualidad de la información que transmiten.
-La cantidad de información que pueden cursar (según Birdwhistell, la comunicación no verbal constituye el 65% del total de la información transmitida en una conversación cotidiana).
Categorías:
-Kinésica: Todo tipo de movimientos corporales (gestos, expresiones faciales, contacto ocular y posturas). También se incluyen en ésta categoría aspectos más estables (aspecto físico, altura, peso o aspecto general), por crear expectativas sobre la clase de persona que es el interlocutor.
-Paralingüística: Conductas relacionadas con los aspectos vocales no lingüísticos de un mensaje (calidad de la voz, vocalizaciones, silencios, fluidez de la pronunciación o errores en el habla).
-Proxémica: Conductas ligadas al uso del espacio personal y social (distancia interpersonal, manera de sentarse, forma de disponer una habitación).
RELACIONES ENTRE LA CONDUCTA NO VERBAL Y LA VERBAL:

-Repetición: El mensaje verbal y no verbal transmiten idéntica información (movimiento de la cabeza de arriba abajo acompañado de la palabra "sí").
-Contradicción: El mensaje no verbal se opone al no verbal. La mayoría de los comunicantes tienden a tomar como válido el no verbal (palabras de bienvenida acompañadas de un gesto adusto).
-Sustitución: Una conducta no verbal ocupa el lugar de un mensaje lingüístico (sonreír para indicar conformidad).
-Complementación: Una conducta no verbal complementa una conducta cuando la modifica, termina o elabora de algún modo (dice que ha abandonado un proyecto y se encoge de hombros).
-Acentuación: Utilizar mensajes o verbales para enfatizar los mensajes verbales. Las emociones que acompañan a las palabras se expresan a través de la cara, mientras que su intensidad se expresa a través del resto del cuerpo.
-Regulación: La conducta no verbal contribuye a la regulación del flujo de la conversación (el turno de intervención suele expresarse mediante un movimiento de cejas y barbilla).

Cormier y Cormier: La conducta verbal de un paciente, forma parte de la expresión de sí mismo. Cobra especial interés cuando el paciente no tiene conciencia de su conducta no verbal. La conducta no verbal es más espontánea, más difícil de controlar conscientemente. Puede facilitar al terapeuta la identificación de un conflicto.
Diversos autores piensan que, un elevado número de descalificaciones, constituyen un claro indicio de conflicto o falta de integración de la personalidad.

Passons (1975): Posibles reacciones, explícitas o implícitas, del terapeuta ante la conducta no verbal del paciente: 
1. Averiguar la validez o congruencia entre la conducta verbal y no verbal del paciente.

2. Registrar y responder a las descalificaciones o incongruencias que se establezcan, de 3 maneras distintas:
a) Mediante registro encubierto que no se notifica al paciente.
b) Descripción verbal de la discrepancia observada, mediante una confrontación.
c) Preguntando directamente al paciente qué significa esa conducta.

3. Responder a, o anotar la conducta no verbal que acompaña a los silencios del paciente, de 3 maneras:
a) Registrar mentalmente la conducta no verbal.
b) Describir el silencio del cliente a partir de la conducta no verbal que lo acompaña.
c) Preguntar al paciente sobre el significado del silencio en cuestión.

4. Distraer o interrumpir al cliente, dirigiendo la atención y el tema de conversación hacia la conducta no verbal. Es útil cuando el cliente evita sistemáticamente ciertos temas. Sólo da buenos resultados cuando se refiere al "aquí - ahora" de la conducta no verbal (contraproducente cuando se interrumpe el flujo de la interacción, para examinar una conducta no verbal de un momento ya pasado).

5. Tener en cuenta los cambios que se producen en la conducta no verbal del paciente a lo largo de una entrevista (las modificaciones suelen indicar cambio de actitud), o serie de ellas (cuando la tónica general se inclina hacia la relajación y la asertividad, es un indicio de mejoría, bien de la relación terapéutica o de la problemática del paciente).
La manera concreta en que el terapeuta responderá a la conducta no verbal del paciente, está en función de factores como:
Tipo de cliente y problemática específica.
Calidad de la relación terapéutica.
Tema de debate o la forma en que anteriormente el terapeuta ha manejado la información procedente de los canales no verbales.

En la relación terapéutica, el entrevistador debe estar atento a los mensajes no verbales que él mismo envía a su paciente, porque de ellos va a depender el grado de colaboración que obtenga.
Las incongruencias en los mensajes del entrevistador, pueden producir en el cliente confusión, rechazo, o pérdida de confianza en la efectividad del tratamiento.

Cormier y Cormier, destacan las conductas no verbales del terapeuta que producen un efecto más pernicioso en la interacción terapéutica:
-Contacto ocular infrecuente.
-Posición del cuerpo en ángulo de 45º en relación con el cliente.
-Mantener echado el cuerpo hacia atrás.
-Cruzar las piernas en dirección opuesta al paciente.
-Cruzar los brazos sobre el pecho.
Aunque resulta indiscutible la incidencia de la conducta no verbal, en aspectos centrales de la entrevista terapéutica (manifestación de la intimidad, regulación de la interacción y manejo del control social), con frecuencia, el significado de las conductas no verbales, ha sido generalizado y considerado de manera aislada. Esto constituye una importante fuente de errores en la práctica clínica.

Conviene tener en cuenta las siguientes restricciones:
-El significado de una conducta no verbal varía de una persona a otra.
-El significado de una conducta no verbal varía de una cultura a otra (diferencias importantes en lo concerniente al contacto ocular, físico y distancia interpersonal).
-El control de la conducta no verbal, durante la entrevista terapéutica, necesita formación teórica, numerosos ejercicios de ensayo conductual y muchas horas de práctica profesional supervisada.


COMUNICACIÓN VERBAL

La comunicación verbal que se desarrolla durante una entrevista terapéutica, difiere de las pautas habituales en una conversación cotidiana, especialmente la conducta verbal del terapeuta: A mayor similitud existe menor experiencia del terapeuta.
Según Cormier y Cormier, el entrevistador novato, desconoce formas distintas de comunicación distintas a las de la conversación espontánea.

Es fundamental identificar las formas de comunicaciCn verbal que resultan contraproducentes, durante una entrevista terapéutica, por inhibir al paciente respecto a la comunicación de sus propias dificultades:


-Cháchara: Deben evitarse temas de conversación intrascendentes (tiempo, política, deportes).
Manifestaciones que impliquen juicios, acusaciones, críticas o insultos.
-Sermoneo: Evitar expresiones que conlleven consejos ("Usted debería…").
-Expresiones de comadreo y manifestaciones de simpatía ("Me apena muchísimo eso que dices").
-Presionar, amenazar o discutir (¿No te lo dije yo?").
-Expresiones de intolerancia y rigidez ("La única manera de solucionar tu problema es…").
-Hiperanálisis, hiperinterpretación o intelectualización ("Sus actuales dificultades provienen de que usted nunca se preocupó por su desarrollo personal").
-Bombardear al paciente con varias preguntas seguidas.
-Auto revelaciones extensas. Especialmente contraindicadas las relativas a las dificultades del terapeuta ("Yo también siento lo mismo cuando…").
Cada participante influye en su interlocutor: La conducta verbal del terapeuta es un medio de control de las verbalizaciones del paciente.

Yvey y Gluskstern: 6 conjuntos temáticos (primera dimensión) que caracterizan el asunto del que trata una determinada intervención terapéutica:
-Enfoque en el paciente: Las intervenciones del entrevistador incluyen o comienzan por los términos tú o usted.
-Enfoque en el terapeuta: Sus frases contienen el término Yo.
-Enfoque en terceros: Enunciados del tipo Ello, y los que contienen el nombre propio de terceras personas ajenas a la entrevista.
-Enfoque en las relaciones o el grupo: Término nosotros.
-Enfoque en un tema: El término fundamental suele ser un sustantivo del tipo felicidad, familia, síntomas, etc.
-Enfoque en el contexto socio-cultural: Términos ligados a los conceptos de ambiente, medio social, cultura, nivel de vida, etc.

El enfoque de la conducta verbal, también puede ser estudiado en función de las tres áreas comportamentales (segunda dimensión), que viene señalado por la naturaleza semántica del verbo principal del enunciado:
-Afectividad: estar triste, enfadarse, etc.
-Cognición: pensar, creer, decirse a sí mismo, etc.
-Comportamientos: hacer, actuar, comportarse, etc.


La tercera dimensión del enfoque de la conducta verbal, viene expresada por el tiempo verbal que caracteriza a los enunciados:
.Presente
.Pasado
.Futuro

Analizar el enfoque de una entrevista, mediante las 3 dimensiones:
-Permite identificar cuál ha sido su tónica dominante, y facilita la planificación de la siguiente entrevista.
-Ayuda a corregir ciertas deficiencias del desarrollo de la entrevista como la rigidez (manifestada por el inmovilismo), o la ausencia de dirección (manifestada por la continua oscilación).
-Durante una entrevista, existe una relación funcional entre la conducta del terapeuta y del paciente. Diversos autores, consideran la relación terapéutica como una cadena (cada eslabón está formado por un mensaje del terapeuta, que es seguido por un mensaje del paciente) Þ La influencia de una conducta verbal se extiende, tanto hacia la información precedente (se reconsidera bajo la nueva información), como hacia la que le sigue.

Cada conducta verbal ejerce una de éstas 3 clases de influencia:
-Refuerzo: La intervención del terapeuta mantiene o incrementa ciertas conductas comunicativas del paciente.
-Castigo: Si ciertas conductas comunicativas del cliente decrecen o desaparecen.
-Discriminación: Cuando la intervención terapéutica permite predecir el tipo de respuesta que elicitará en el paciente.
Pero, la relación que se establece entre los eslabones de la cadena es biunívoca.

Para Cormier y Cormier, las dos implicaciones más importantes de éste fenómeno son:
a) Durante una entrevista, las intervenciones verbales del entrevistador deben ceñirse al empleo de técnicas específicas, que se diferencian entre sí, por los objetivos que permiten alcanzar y por las respuestas que promueven.
b) Ya que las conductas del terapeuta y del paciente no son independientes, las intervenciones del terapeuta tendrán dos tipos de efectos, inmediato y a medio o largo plazo. El empleo adecuado de ciertas técnicas, sólo es posible, cuando el entrevistador ha aprendido a discriminar entre ambos tipos de efectos.
Fuente de información


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