Humberto Maturana
Romecin (1928-)
Nacido
en Santiago, Chile, estudió medicina y biología en la Universidad de Chile, que
amplió en el campo de la anatomía y neurofisiología en el University College de
Londres con una beca de la Fundación Rockefeller. Se doctoró en biología por la
Universidad de Harvard (1958), con una tesis sobre la estructura del nervio
óptico en la rana, y prolongó sus trabajos sobre anatomía y neurofisiología de
la visión animal en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, junto a Jerome
Lettvin. En 1960 regresa a su país como docente de biología en la Universidad
de Chile, al tiempo que investiga en los sistemas biológicos perceptivos de
distintos animales y el procesamiento de la información en el cerebro. La
biología y la neurofisiología de los procesos cognitivos. En 1965, crea el
Instituto de Ciencias y la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile.
Junto con un antiguo alumno y discípulo, el también chileno Francisco Varela,
publica De máquinas y seres vivos (1972) y El árbol del conocimiento (1984), en
los que dan a conocer el concepto de 'autopoiesis' aplicado a los seres vivos.
En Santiago crea el Laboratorio de Epistemología Experimental. Fundador del
Instituto de Formación Matríztica, donde trabaja en el análisis de la dinámica
de la Matriz Biológica de la Existencia Humana.
Autor,
entre otros, de los libros De máquinas y seres vivos, con Francisco Varela
(1972), El árbol del conocimiento, con Francisco Varela (1984), Emociones y
lenguaje en educación y política (1990), El sentido de lo humano (1991), Desde
la biología a la psicología (1993), La realidad, ¿objetiva o construida?, 2
vols. (1996), Transformación en la convivencia (1999).
Maturana
estudia medicina (U. De Chile) y luego biología en Inglaterra y EEUU. Reconoce
como sus maestros a Gustavo Hoecker en Chile y a J. Z. Young en Inglaterra e
indiscutiblemente se encuentra dentro del área de pensadores que ha
influenciado G. Bateson.
En
el primero de los trabajos mencionados, De máquinas y Seres Vivos, desarrolla
en conjunto con Varela, la hipótesis de que los sistemas vivos pueden ser
caracterizados como máquinas autopoiéticas es decir que están en:
"...continua
producción de sí mismos, a través de la continua producción y recambio de sus
componentes, lo que caracteriza a los seres vivos y lo que se pierde en el
fenómeno de la muerte."[i], "Su enfoque es de este modo mecanicista,
en el sentido de que renuncia a toda explicación teleológica de los sistemas
vivos y de que cada uno de ellos es explicado en términos de relaciones y no de
las propiedades de sus componentes."[ii]
En
la segunda obra señalada, Maturana arremete -nuevamente junto a Varela, y Rolf
Behncke C- con el desafío de revelar las bases del proceso de aprendizaje
humano desde una perspectiva biológica, la respuesta que plantea en este
trabajo proviene de la cibernética de segundo orden, es decir: la ciencia que
aborda el estudio de las relaciones de la organización que deben tener los
componentes de un sistema para existir en forma autónoma, en la cual, el
observador es parte constituyente. Y fue consecuencia de
"...
plantearse el problema del conocimiento, no desde la perspectiva del sistema
nervioso como se lo habían pedido, sino desde la perspectiva del operar
biológico completo del ser vivo."[iii], "Decidí considerar que
procesos deberían tener lugar en el organismo durante la cognición,
considerando así la cognición como un fenómeno biológico."[iv].
En
el mismo trabajo desarrolla las implicaciones que este enfoque tiene en los
fenómenos sociales y en la conciencia y el lenguaje.
Fuente de información:
http://www.pensamientocomplejo.com.ar/documento.asp?Estado=VerFicha&IdDocumento=93
http://www.ecovisiones.cl/metavisiones/Pensadores/MaturanaBio.htm
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